El flanco izquierdo de los comensales a la señal acordada avanzó por su lado y tomó la colina de los instrumentos, el otro flanco no salía de su asombro y a los del centro la acción les pilló por sorpresa.
El plan salió perfecto: en un instante el terreno a conquistar estaba bajo el mando de una muiñeira y no quedó más remedio que aplaudir. Y encima se lo estaban pasando bien; no dejáis de sorprenderme, chicos y chicas de Queixumes y yo no fui el único: al jefe lo ví satisfecho y orgulloso de vosotros. ¡qué menos!
Lo demás como siempre; el jefe de cocina impecable, el sumiller perfecto, el maître exquisito y los/las camareros/as un diez y un ¡hurra!: Angel, Patricia, Heriberto, David, Mari, Luís, Isabel C. y todos de los que no me acuerdo. En especial para Andrea M. que no pudo venir, pero mandó un recado de postre que estaba buenísimo. Hasta hoy no supe que lo hizo ella y según me han contado se llama browning (inglés made in Jose).
Hubo baile, diversión y un “buen rollo” que muchos quisieran. Hasta dos veteranas del grupo nos recordaron su buen hacer “esto no se olvida nunca” me dijo una.
Creo que el título es acertado, los que estuvimos en la cena de Queixumes fuimos unos privilegiados y más aún con el menú que nos ofrecieron. Este
EL MENU
Primer plato
Apretones de manos y saludos varios
Aderezados con cordialidad y amabilidad.
(También, para quien lo quiso:
empanadas, fiambre, queso y viandas parecidas)
Segundo plato
Convivencia rellena de afecto y camaradería,
Servida en fuente de afabilidad y grata conversación.
(Por las mesas se veían las típicas bandejas de comida
que nunca faltan en reuniones como esta)
Postres
Altruismo y colaboración.
Como dejó bien claro la variedad y abundancia
de aportaciones de comida y postres
que los asistentes trajeron.
Vinos y licores
Diversión cosecha 2009.
Amistad Gran Reserva.
Retranca Galega Cosecha Especial.
( estoy investigando quien trajo unas botellas que ponía vino, refrescos y agua).
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