No quiero hacer de menos al director de
Queixumes, bien sabe lo que pienso de lo
que sería este grupo de personas que de
una u otra forma estamos implicados en este viaje folclórico, si él no lo
comandara.
Pero
hoy quiero que veáis el resultado de lo
que llevamos de curso en los más peques de la Escuela de Queixumes; no están
todos, la salud de estos pequeñines es inestable y a veces la fiebre, la tos,
una indisposición, merma el número de los que tienen que actuar.
Puedo
asegurar que para ellas es como un juego y jugando es como lo aprenden. Por el agujero de la cerradura,
ya sé que no está bien, les veo de vez
en cuando y realmente es para estar orgullosos con ellas y por supuesto con su profesor que
no es el típico "profe" sino Heber que es así como le llaman todas: por su nombre. Y este
el resultado: bailan, cantan y lo hacen estupendamente.
Ahí las tienes, Jose, para
que presumas.
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