¡¡¡¡ HEEEYYYY CARBALLEEEEIIIIRAA !!!

           El dia se acerca, todos están pendientes para que no falte nada y de nada, los adornos cambian la cara del lugar, encargos de viandas y comida para el día señalado. Todo preparado. ¡A invitar!

            Es el día, lo primero el espíritu, por aquello de cumplir con las creencias y lucir ante  la gente los dineros de las ropas que nos vamos a vestir. La imagen del santo o santa paseada por las calles en volandas y en silencio, cada uno rinde cuentas a su modo. Las campanas repican en la procesión y desde  su  peana  el Patrón o la Patrona mira de reojo a la beata  que a hurtadillas mira pasar el cortejo desde su ventana. Bombas, regocijo, silencio. ¡A rezar!

            En mesas espléndidas con los mejores adornos y superiores   manjares. Llenas  las copas de vino. Rodeado de comensales amigos y  de tus familiares, disfrutando con ellos de la algarabía de la fiesta y de su compañía. Compensando con creces los esfuerzos y trabajos de su  preparación. Satisfecho del resultado.¡A comer!.

           

            Estamos de fiesta, se tiene que notar que es un día grande que tenemos que celebrar. El gentío adquiere un desordenado orden  atávico mientras  el bullicio se adueña de la calle y de la plaza, alguien se atreve a vencer su vergüenza y  su pecho lanza al cielo  una canción que todos acompañan. ¡A cantar!

            No pueden faltar, sin ellos no hay fiesta,con ellos las cosas cambian. Son los cómplices de nuestras esperanzas de estar con la  chica o chico que nos encanta. Los que ponen todas las notas. Los que satisfacen  nuestra alegría. Los que inundan  de armonía el ambiente que nos arropa. Los que más  hacen para mover a la gente. Son los músicos. ¡A bailar!

            Y cuando de todo se ha apoderado la noche y es negro hasta el blanco de los ojos. Y  mouchos, coruxas, sapos e bruxas. Demos, trasnos e dianhos   aparecen en la  Lume das Santas Companhas. Cual chamán de ancestrales ritos  Con este fol levantarei as chamas deste lume que asemella ao do inferno, e fuxiran as bruxas acabalo das sas escobas   y en este estado catártico purificado  por el fuego  E cando este brebaxe baixe polas nosas gorxas, quedaremos libres dos males da nosa ialma e de todo embruxamento. Forzas do ar, terra, mar e lume, a vos fago esta chamada: si e verdade que tendes mais poder que a humana xente, eiqui e agora, facede cos espritos dos amigos que estan fora, participen con nos desta queimada. ¡A beber!

            En el momento mágico en el que entonamos  el himno de nuestros vecinos astures  y la luna, ¿manchada  de blanco?, es nuestra  inseparable amiga e intentamos  imitar lo que nuestros chicos y chicas de Queixumes hacen  en Valdoferreiro nos damos cuenta de que a  lo  que podemos aspirar, como mucho,  es a pasarnos los brazos por los hombros como hacen en Parranda, y con un poco de suerte hasta  damos los primeros pasos en Muiñeira Grande con el “abro cierro un dos tres” (esto me suena ).

            Pero como estamos de fiesta, en “a nosa festa”, disfrutemos de las excelentes diagonales de la Xota de Xosé,  admiremos la fuerza de Valdoferreiro, participemos de la fiesta de Parranda y  observemos  atentamente el buen hacer  de Seara cintas, Paus o Xuvencos.  Con todas  las danzas podemos deleitarnos, todas tienen su alma que las distingue de las demás, que las hace únicas, distintas.

            Sin embargo hay una especial para mi. No es, quizá, la más elegante ni la más brava, pero cuando suenan sus notas y al público se le piden palmas y responde, se crea un universo encantado entre bailarines y espectadores que alcanza su esplendor  máximo en sus característicos remolinos. Tiene un pálpito especial que emociona. Es Areal.

            ¡¡¡¡ Heeeyyyy  carballeeeeiiiiira !!!