“Para San Blas la cigüeña verás” “por San Blas hora y media más”. Refranes que tienen su verdad, que van de boca en boca y forman ese patrimonio inmaterial que todos los pueblos atesoran en su memoria.
Y por San Blas los cachorros de Queixumes dejan su buen hacer en Berredo y en As Curuxeiras y doy fe de que el pabellón ha quedado muy alto en los dos sitios.
Berredo era una postal entrañable de nuestra tierra.
La iglesia, el indispensable hórreo y un cruceiro, testigos de la historia del lugar, se fundieron como espectadores de excepción con el público asistente, y músicos y danzantes rindieron homenaje a la historia, a la tradición y a nuestra tierra con bailes y música de nuestro pueblo, de nuestra cultura, y los asistentes lo reconocieron con sus aplausos y sus vítores.
Hay futuro, hay.
El aprecio se nota y el agradecimiento se refleja en las caras de los vecinos, el recibimiento es cariñoso y el trato es excelente, As Curuxeiras, te estoy nombrando.
As Curuxeiras y su inconfundible carpa azul que tantas y tantas veces nos ha resguardado del frío, sobre todo hoy que había una de órdago, pero eso no ha sido impedimento para que otra vez más los más pequeños hayan dejado el buen sabor de las cosas bien hechas y había que hacerlo así, pues, sin desmerecer a nadie, en As Curuxeiras quieren a Queixumes y siempre hemos sido bien recibidos y bien atendidos.
Y como dice el refrán “Por San Blas en As curuxeiras y en Berredo a Queixumes verás”.
(no dejéis de visitar estos enlaces, gracias María Teresa)
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