“O
Principal”
Muchas
veces digo que salimos en los papeles cuando en los periódicos hay
noticias relacionadas con Queixumes dos Pinos.
Volvemos
a salir, y esta vez… esta vez he leído la columna que en Ourense
por Barrios tiene Avelino Jácome; los que le seguimos nos hemos
visto sorprendidos, gratamente sorprendidos, al menos por mi parte:
esperábamos una de sus entrañables y queridas Andrómenas en las
que nos cuenta historias del valle del rio Asneiro llenas de cariño
y, porqué no, de ternura, pero este mes ese espacio se lo ha
dedicado a Queixumes.
Avelino,
lo primero, gracias; gracias por llevarnos a tu ventana de Ourense
por Barrios. Lo segundo, gracias otra vez; gracias por las palabras
con las que cuentas el trabajo de tantos para que fuera así como
cuentas: una tarde de fiesta con todo lo que Ourense tiene y es.
Gracias por poner a la altura de tus íntimas y cercanas Andrómenas el relato que haces de este espectáculo, fruto del mucho esfuerzo, trabajo y sacrificio por parte de los mozos y mozas de Queixumes, de sus profesores y del "Viñas". Bien se cumple aquí el refrán: de bien nacido es ser agradecido.
Y personalmente gracias por este regalo de escenas e imágenes que tan bien sabes dibujar y pintar.
Gracias por un lienzo como este: “Os músicos son os mellores vendimadores.
Arrieiros da vida, con un chifro ou con un sacho, con unha pandeireta
ou unha gaita, con bombos ou con guitarras, fan que cada pinga que
sae orballando mansa ou treboando forte, de cada nota tocada, semente
en cada peito un sospiro, en cada gorxa un alento, facendo do
Principal o berce do sentimento”.
Lo
principal
Sin
olvidarme de “O Principal” me voy a “lo principal” en una
gratitud o reconocimiento y aprovechando esta entrada, voy a hacer
un puntualización sobre la última publicación en este blog:
“Gracias
también a los que no vinieron, pero que no se olvidan de nosotros;
en cualquier Domingos en Festa nos vemos, o en cualquier nueva
inauguración, seguro”.
Así
es como acabé la ultima entrada de este, mi querido,
Quedaría
así: Gracias también a los que no vinieron, pero que no se olvidan
de nosotros; en cualquier “Domingos en Festa” que
actuéis no nos veremos, o en
cualquier nueva inauguración, tenedlo por seguro.
Y
como se suele decir “a buen entendedor, con pocas palabras bastan”,
al menos eso espero.
Os
aconsejo leer otra vez a Avelino, vais a encontrar ese matiz que no
habéis apreciado antes y que os hará disfrutar más de su relato.
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