De oscuro. Eran aquellas tardes ilusionantes cuando en Queixumes preparábamos
el festival internacional y los
festivales juveniles. Hubo un tiempo en
el que Queixumes organizaba festivales folclóricos, juntándose en Ourense
durante una semana jóvenes de media Europa y grupos de toda Galicia y parte de
España. Fueron cinco internacionales y trece juveniles a nivel nacional.
De oscuro, con no sé si un fular o una bufanda al cuello y un sombrero; me llamó la atención aquel atuendo para una persona de su oficio, los imaginaba encorsetados en trajes grises de raya diplomática, el traje que según cuentan los entendidos es el traje por excelencia para firmar y hacer negocios. Pero me gustó aquella afabilidad posiblemente estudiada, que sin embargo hacía más accesible el trato y más amistosa la reunión. Esperaba un empecinado vendedor estilo “de aquí no salgo sin vender lo que sea” y me encontré con una persona que amaba su oficio, y se notaba.
De oscuro, con no sé
si un fular o una bufanda al cuello y
un sombrero y una carpeta y comenzó a ejercer su trabajo: Mupis que se ven muy
bien, buzoneo masivo por la zona, flyers, car mailing, opis, dípticos,
trípticos, lonas, pancartas, afiches… yo
no entendía nada aunque asentía con la
cabeza a cada explicación que daba, en un momento la mesa se convirtió en un
expositor de formatos publicitarios. Me parecía ver ya la publicidad del festival por todos los
sitios: escaparates, buzones, parabrisas de los coches, manteles publicitarios
en todas las mesas de todos los bares.
Nos vendió ilusión, tan necesaria siempre. El trabajo nos era desagradecido, no nos
daba el fruto que le pedíamos, algo no sabíamos hacer o lo hacíamos mal.
Hubo que recurrir a profesionales.
De oscuro, con no sé si un
fular o una bufanda al cuello y un
sombrero y un una carpeta. Asi fue como empezamos. Poco a poco fue
convirtiéndose en nuestra empresa de publicidad y ya no hay actividad, actuación
o proyecto de Queixumes que no lleve el sello de Orixe Publicidade Comunicación
la empresa de Publicidad que él dirige,
y su equipo también asiduos colaboradores con Queixumes. Así
que donde veáis el logo de Queixumes dad por bueno que es obra de esta magnífica gente. Muchas han sido las colaboraciones desde
entonces, surgiendo una especie de
simbiosis, Queixumes le ofreció un espacio
y una entidad que él no disponía y él puso a nuestra disposición en mundo de la
publicidad.
De oscuro, con no sé
si un fular o una bufanda al cuello y
un sombrero y un una carpeta. Sonriente y amable siempre y que nunca perdona un, educado entonces y ahora
amistoso, apretón de manos.
Claro, en esos
momentos de asueto cuando lo más
importante es despejar la mente y te encuentras un escrito que es corto y comienzas a leer. La primera frase te llama
la atención. El cuadro que dibujan las
palabras comienza a interesarte
porque lo pintan de otra manera aunque sea lo mismo lo que se cuente. La
historia es como muchas, pero distinta porque lleva impreso el sello del
sentimiento. Reflexionas sobre lo que lees, a veces imaginas, recuerdas y
meditas.
Claro en sus
“Reflexiones Buenistas”, permitidme
que resuma en dos palabras sus
inquietudes ético morales, en las que el
raciocinio directo, a veces,
choca con la sinrazón de los hombres en
dura lucha incruenta, sucumbiendo la razón a la realidad no sin
dejar un resquicio de esperanza, siempre necesario ante cualquier adversidad.
Claro en sus “Reflexiones Buenistas”, en sus “Escribo para
Ella”. Nunca olvidaré aquella manos
explorando terrenos prohibidos en
una contienda de caricias, abrazos y besos. Nunca le perdonaré que no le diera
un final a aquel relato. “Hay veces que la imaginación tiene que ser la
protagonista” –me dijo– y me puse a imaginar. Os aconsejo lo mismo.
Claro en sus “Reflexiones Buenistas”, en sus “Escribo para Ella”, en sus entrañables “Andrómenas e outros Contos”. La primera que cayó en mis manos me
recordó el poema de “El Embargo” de Gabriel
Galán y no por el contenido sino por esa imagen del recuerdo que no
quieres que se pierda que uno, Galán, lo centró en una cama y él lo centra en
la comarca de su amado río Asneiro, protagonista principal del jardín de su recuerdos, ese jardín que
todos tenemos y que nadie puede arrebatarnos. Andrómenas que
narran historias de un tiempo cruel
henchido de sinsabores que un niño vive arropado y acariñado por su padre.
Claro en sus “Reflexiones Buenistas”, en sus “Escribo para Ella”, en sus entrañables “Andrómenas e outros Contos”. Ventanas abiertas a la reflexión, a la
imaginación, a los recuerdos, a la meditación a través de unos relatos que la mamo escribe y el corazón dicta.
De oscuro, claro. ¿Está claro?
A mi amigo Avelino Jácome, del
cual aprendo aunque el piensa que le
corrijo.
Ayer, 6 de Octubte de 2017 Queixumes dos Pinos quiso agradecerle los muchos años compartidos en el campo del folclore y de la cultura en general rindiéndole un pequeño homenaje.